sábado, 9 de abril de 2016

Llorar

Estoy llorando pero nadie me está viendo. Es que no estoy llorando físicamente, no hay lagrimas en mis ojos, mi cara está inmutada, ni siquiera es que parezco triste, ni enojada, solo estoy con la cara sin sentimientos. Pero no dejo de llorar, lloro y lloro, adonde caen las lagrimas? No lo llego a ver, están para adentro o se esfuman, no lo se. Quisiera llorar como Alicia cuando inunda la habitación y crea un charco de lágrimas, que se note mi congoja y alguien venga a decirme que todo va a estar bien. Pero no se me nota y las lágrimas igual caen, caen adentro, se acumulan. Caen con fuerza y dejan marcas, algunas abollan, las marcas se convierten en agujeritos a la larga, porque nunca deja de gotear.
Si tan solo pudiese llorar con lágrimas y que todos me viesen, la gente se daría cuenta y me creería. Los daños internos no se pueden mostrar, pero duran más.
Alberto Soloaviv

jueves, 7 de abril de 2016

La sopa

La sopa. Mafalda me va a odiar por esto. Pero la sopa siempre fue un mimo, mamá me la hacía cuando estaba enferma, cuando hacía frío, o capaz solamente cuando quería hacer algo rápido. Pero para mi era un mimo, sentarme frente a un bowl calentito es reconfortate. Cura las nanas. 
Hoy me surgió una imperiosa necesidad de una sopa. No es por el resfrío, aunque ahora que lo pienso el resfrío podría ser un síntoma más. Es por la tristeza. Ahí tirada otra vez, Azul. Siento que esto fue un período de felicidad, una burbuja, una mentira. Que nunca salí realmente. ¿Es posible?