viernes, 17 de octubre de 2014

Soy un árbol

¿Qué te mueve? ¿Para qué vivís? ¿Qué te lleva a hacer lo que haces? ¿Qué sacrificas para eso? La ciudad o el pueblo, da igual, este ya es el mundo de la furia. ¿Trabajas en el campo y viajas todos los domingos a ver a tu familia? ¿O vivís en un cubo y trabajas en otro? ¿Te movés por inercia? ¿Trabajas Y ESTUDIAS? ¿Cuántos minutos al día haces algo por placer? ¿Cuántas horas dormís? Cuando llegas a tu casa, ¿es de día? ¿Viajas en hora pico? ¿Te quedaron cosas pendientes para mañana? Respondeme. 

La rutina de la furia te quita el alma. De a poquito te vence, vos cedes, y sos de ella. Monstruo que ataca a todos por igual, los deja sin ganas, sin tiempo, sin vida. Pero convencidos de que así son felices, que 15 días de vacaciones anuales son suficientes, que 9 horas diarias de trabajo son normales, que lo que trasmiten en el prime time es divertido, que la policía nos cuida y que hay que desconfiar del vecino...

Pero hay unos pocos contra los que no pudo, algunos que se ganan la vida con pasión, que entendieron todo. La pelearon y le ganaron. La siguen peleando. Peleala. Abrí los ojos. Despertá. Sos un árbol que florece con ramas fuertes y flores hermosas. La rutina te marchita, mirate. Tenes las hojas secas, y se te quebraron algunas ramas. No te dejes, luchá, crecé, vencé. 

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